PRÁCTICA 5: Me llamo barro.
Actividad 1:
Una voz ficcional es la que toma la palabra en la novela gráfica. Es la de Vicente Aleixandre, quien cuenta la vida de Miguel y sus encuentros con emocionante ternura. Al unísono, podemos proponer a los estudiantes que escriban una carta a un ser querido que ya no está con ellos o a alguna personalidad especial que les inspire emoción. Pueden relatarle a su ser querido qué ha ocurrido en la vida desde su ausencia; a su persona predilecta, un agradecimiento, por ejemplo.
La narración de la obra es de marcado carácter poético. La puntuación es corta y armónica, como si fuese verso, aunque esté resumiendo la vida del oriolano. En consonancia, las imágenes también son metafóricas y simbólicas; guardan mensajes de la obra de Miguel, por lo que de manera inductiva introduciremos a los lectores en la posterior lectura de su obra. Sobre todo podemos trabajar las metáforas que aparecen a lo largo de la obra.
Podemos ir recogiéndolas y al final de la lectura interpretarlas:
El tomillo. Como apunta, al final de su vida la planta permanece pura a pesar de las dificultades para emerger y sobrevivir. ¿Podría compararse con la vida de Miguel? Respuesta: el tomillo es una metáfora que referencia al espíritu: a la honestidad, la firmeza de los ideales, actuar con respecto a uno mismo, como cuando el poeta dijo "no" a claudicar ante el régimen a cambio de su libertad. Dijo "no" para permanecer pulcro como el tomillo; es decir, para ser fiel e intachable.
En esta imagen observamos a Miguel frente a un paisaje idílico. Como a él le gustaría, está envuelto de naturaleza. Fijémonos en la sombra ¿qué figura dibuja? ¿por qué? Respuesta: un pájaro, simbolizando la libertad. Así era su personalidad, como la de un pájaro, libre y gentil. La libertad, uno de sus temas predominante en su obra.
La novela gráfica está cargada de situaciones, vivencias, recuerdos reales que dan cuenta de cómo era Miguel Hernández. Era todo vitalidad, alegría. originalidad, naturalidad, espontaneidad. En definitiva, una fuerza de la naturaleza, como su rayo, que combatía la oscuridad. Miguel no tenía imposturas. Su pueblo y el campo así le inspiraban y marcaban su actitud. Podemos preguntar a los alumnos y establecer un debate acerca de las vivencias en el pueblo frente a la ciudad durante nuestra infancia. Y preguntar si puede influir en nuestra personalidad. Es una manera de reflexionar sobre la vida del escritor y concienciar de la importancia que tiene su vida de campo en la obra.
Actividad 3:
Por último, podemos preparar una excursión y visitar el sepulcro de Miguel Hernández; para que estén presentes físicamente en un lugar que aparece en la novela gráfica. Además, le acompaña un buzón en el que puedes entregar un mensaje que acompañe a Miguel en su paz. Tenemos la oportunidad perfecta de que escriban un texto conmemorativo dedicado el escritor.
En definitiva, es una obra que nos da a conocer de forma esclarecedora el espíritu, el alma y la personalidad de Miguel, por lo que me parece interesantísima como prelectura a sus poemas. Creo firmemente que leyendo esta novela gráfica antes de dar paso a la lectura de su obra, los adolescentes pueden comprender mejor la calidad y la magnitud de la misma.
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